Un grupo de 45 ciudadanos chilenos deportados desde Estados Unidos denunció haber sido víctima de malos tratos durante su detención, antes de ser enviados de regreso a su país.

A su llegada al aeropuerto de Santiago, varios relataron haber dormido en el suelo sin comida y haber permanecido en una sala conocida como "la hielera", a temperaturas extremadamente bajas y sin abrigo.

Uno de los deportados, afirmó haber perdido todas sus pertenencias y que los agentes se burlaban de ellos mientras “los trataban como perros”. Otro afectado, quien residía legalmente en Miami, denunció un trato “pésimo” pese a su situación migratoria regular. Según explicó, pasaron días “tirados en el suelo” sin colchonetas ni frazadas, a 12 grados Celsius.

El Ministerio del Interior de Chile confirmó que la deportación fue coordinada con autoridades estadounidenses, pero la Cancillería chilena anunció una investigación para verificar si los afectados recibieron la debida asistencia consular.

El ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, afirmó que se evaluará si el Estado cumplió con su obligación de asistencia.

Este es el primer gran grupo de chilenos deportado bajo el segundo mandato del presidente estadounidense Donald Trump, en el marco de sus políticas migratorias más estrictas.

Aunque Chile forma parte del programa de exención de visas Visa Waiver Program, algunos sectores en EE. UU. han pedido revisar este acuerdo debido al presunto mal uso del mismo.