Golpeado por 12 días de guerra y debilitado en Medio Oriente, el régimen iraní buscará reforzar su posición internacional participando en la cumbre de los BRICS, que se llevará a cabo este domingo en Río de Janeiro. El grupo, compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, será la plataforma para que Teherán demuestre que cuenta con poderosos aliados pese a las sanciones y amenazas de nuevos ataques por su programa nuclear.

Irán, recientemente incorporado al bloque, afronta un escenario complicado tras los ataques militares lanzados el mes pasado por Israel y Estados Unidos. En respuesta, los BRICS emitieron una declaración en la que manifestaron “grave preocupación” por las acciones, calificándolas como violaciones al derecho internacional y a la Carta de las Naciones Unidas. Sin embargo, el grupo evitó criticar abiertamente a ambos países.

Con más de la mitad de la población mundial representada por sus miembros, los BRICS se presentan como un actor global en crecimiento y un posible contrapeso a la influencia occidental. Para Irán, esta cumbre representa una oportunidad para reafirmar sus alianzas y buscar apoyo político y económico en un momento de aislamiento regional y presión internacional.

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