Según los demandantes, la Fundación Judd, la influencer hizo videos con piezas falsificadas.

Kim Kardashian, la famosa influencer y modelo estadounidense, se enfrenta a una millonaria demanda presentada por la Fundación Judd. La acusación, que se presentó ante el juzgado de Los Ángeles, incluye cargos de infracción de marca registrada, infracción de derechos de autor, competencia desleal, publicidad falsa y respaldo falso.

Detalles de la Demanda

La controversia surgió a raíz de un video de YouTube publicado en 2022, en el que Kardashian muestra una mesa y sillas que, según la Fundación Judd, son imitaciones baratas de los diseños del artista minimalista Donald Judd. En el video titulado "Welcome to my office! Official SKKN by Kim office tour", Kardashian elogia una mesa de madera y sillas a juego, describiéndolas como “realmente increíbles y totalmente combinadas con los asientos”. El video, que recibió alrededor de 3.7 millones de vistas, fue puesto en modo privado tras la presentación de la demanda.

Acusaciones y Respuesta

Según la Fundación Judd, las piezas mostradas en el video fueron fabricadas por Clements Design y copiaban los famosos diseños de Judd, como la mesa La Mansana y la silla 84. Donald Judd, fallecido en 1994, era conocido por sus formas limpias y materiales industriales, y sus diseños se han convertido en íconos entre los coleccionistas de muebles desde 1982. La Fundación destacó que sus auténticas mesas se venden por aproximadamente 90,000 dólares y las sillas por 9,000 dólares cada una, mientras que los muebles en la oficina de Kardashian parecían estar hechos de madera contrachapada.

La Fundación argumenta que al presentar los muebles como obras de Judd, Kardashian dio la “falsa impresión” de que la Fundación había autorizado el uso de su nombre y reputación artística. Aunque la influencer ofreció promoción en redes sociales y modificar la descripción del video, la organización rechazó estas propuestas. Además, la Fundación pagó especial atención a la calidad de los materiales utilizados y prohibió categóricamente el uso de sus muebles para fines promocionales.

Por su parte, Clements Design afirmó estar sorprendido por la demanda, asegurando que las piezas tenían “diferencias clave obvias” respecto a los diseños de Judd. La firma nunca afirmó que las mesas y sillas eran auténticas y sugirió que la Fundación resolviera el conflicto directamente con Kardashian. Documentos judiciales revelan que un abogado anterior de la Fundación había reconocido las diferencias en los diseños y desde entonces no había habido comunicación.

Intentos de Resolución

La Fundación también ofreció reemplazar las mesas y sillas falsificadas con piezas auténticas a un precio reducido, siempre y cuando Kardashian emitiera una retractación y editara el video. Sin embargo, las negociaciones no llegaron a buen término y la Fundación procedió con la demanda.

Donald Judd fue estrictamente selectivo sobre quiénes podían fabricar y vender sus diseños, disponibles solo en unas pocas galerías y tiendas autorizadas como la tienda de diseño del MoMA y la galería Salon 94 en Nueva York. Estos muebles siguen siendo altamente valorados y representativos del legado de Judd en el ámbito del diseño minimalista.

Desafíos en la Era Digital

La situación resalta los desafíos que enfrentan tanto las marcas como los artistas para proteger su propiedad intelectual en la era digital. La capacidad de influenciadores como Kim Kardashian para llegar a millones de personas en cuestión de minutos ha agregado una nueva dimensión a estas disputas legales.

Hasta el momento, Kardashian no ha brindado declaraciones respecto a las solicitudes de comentarios enviadas por distintos medios de comunicación, y se especula que no realice declaraciones al respecto.