En 1976, Steve Jobs y Steve Wozniak fundaron Apple Computer Inc., marcando el inicio de una revolución en la informática personal. Su primer producto, la Apple I, diseñada y construida a mano por Wozniak, fue una pionera en el mercado de computadoras personales.

A diferencia de las contemporáneas, la Apple I ofrecía una placa base prefabricada en lugar de kits para ensamblar. Aunque los usuarios aún necesitaban agregar pantalla, teclado y fuente de alimentación, simplificó la experiencia de poseer una computadora. Con 4 KB de RAM y un procesador MOS 6502 a 1 MHz, la Apple I se destacó en un momento en que la informática personal estaba en sus primeros pasos.

La producción, que comenzó en un garaje, resultó en alrededor de 200 unidades vendidas. Este modesto volumen de ventas financió el desarrollo de la Apple II, que catapultó a la empresa al éxito.

Lo curioso del precio de la Apple I fue su fijación en 666,66 dólares. Aunque algunos especularon sobre connotaciones diabólicas, la elección tenía razones prácticas. Jobs y Wozniak querían que el precio fuera un tercio más del costo de producción, aproximadamente 250 dólares. Aunque la cifra exacta no era 666,66 dólares, Wozniak, aficionado a los dígitos repetidos, optó por esta cifra.

Aunque algunos pudieran asociar el número con el diablo, Jobs y Wozniak no hicieron comentarios directos al respecto. La elección facilitaba los cálculos para las ventas en una pequeña tienda local donde inicialmente se distribuyó la Apple I.

A pesar de las especulaciones, el precio de 666 dólares no tenía intenciones infernales; era simplemente una decisión pragmática que contribuyó a lanzar una de las empresas más influyentes en la historia de la tecnología. En la actualidad, la Apple I es una pieza de colección, y su precio original, aunque modesto en comparación, refleja su importancia en la evolución de la informática personal.