El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, mantuvo una reunión con Aleksander Ceferin, titular de la UEFA, con la intención de suavizar una eventual sanción contra el club catalán por presuntas irregularidades financieras. El encuentro tuvo lugar en Múnich, aprovechando la final de la Nations League entre España y Portugal, a la que asistieron varios jugadores azulgranas.

Según se conoce, la UEFA discrepa con el tratamiento contable que el Barcelona dio a las llamadas “palancas económicas” —operaciones con las que el club generó ingresos para incorporar refuerzos como Lewandowski, Koundé o Raphinha—. Mientras que LaLiga las valida como ingresos ordinarios, el organismo europeo las clasifica como extraordinarios, lo que contravendría sus normas de control financiero.

Laporta buscó explicar estas diferencias normativas en un intento de evitar sanciones deportivas severas, como restricciones en la inscripción de jugadores en la Champions League o la pérdida de puntos. Aunque el club ya fue multado hace dos años, esta vez podría enfrentarse a consecuencias mayores por reincidencia.

Paralelamente, el Barcelona ha presentado alegatos legales para respaldar su posición. Desde la dirigencia confían en que el diálogo con la UEFA y las acciones legales permitan minimizar el castigo.