El investigador del Grupo de Búsqueda de Vehículos Robados de Chile, Hugo Bustos, denunció que hace tres años presentó pruebas sobre la presunta participación de policías bolivianos en el contrabando de vehículos robados, pero hasta el momento no se ha tomado ninguna acción al respecto.

Bustos afirmó que en 2022 entregó un informe a través del consulado boliviano en Santiago de Chile, el cual incluía un peritaje telefónico obtenido de un delincuente, donde se evidenciaban nombres de funcionarios policiales, mallkus mayores y encargados de pueblos indígenas involucrados en contrabando y tráfico de drogas.

Tras presentar la denuncia, Bustos indicó que perdió un año en trámites burocráticos e incluso trabajó con la Dirección Departamental de Investigación Interna (Didipi) de la Policía Boliviana, pero su esfuerzo fue en vano. "Todo quedó en nada, todos siguen trabajando en la Policía", aseguró.

Casi 130 policías involucrados

Según el investigador, la denuncia apuntaba a 130 policías bolivianos, pero hasta ahora solo cuatro han sido detenidos debido a su reincidencia en actividades ilícitas. Uno de ellos fue arrestado tras cometer un robo agravado en Santa Cruz.

Bustos también reveló que el capitán de Policía José Carlos Aldunate, quien fue acribillado la semana pasada, estaba en la lista de los denunciados. “En ese tiempo era teniente y lo ascendieron a capitán. Los premian en lugar de sancionarlos”, sostuvo.

Además, acusó al actual viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, de encubrir estos casos cuando era coronel. “Sabían que yo estaba en Bolivia, pero no hicieron nada”, dijo Bustos.

“Diprove Santa Cruz está completamente contaminado”

Bustos aseguró que la Dirección de Prevención e Investigación de Robo de Vehículos (Diprove) de Santa Cruz está "contaminada desde la cabeza hasta el último que trabaja ahí". Indicó que en su momento, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, anunció la intervención de Diprove, pero solo fue para distraer la atención pública.

Temor a represalias

El investigador chileno afirmó que ya no regresará a Bolivia por seguridad, pues teme represalias. “Cualquier momento me pueden cargar droga o matarme. Ya no sirve interactuar con las autoridades”, manifestó.

Finalmente, Bustos lamentó que, tras casi cuatro años, toda la documentación y pruebas presentadas han sido desechadas. "Se desbarató una banda de 13 personas en Chile, se encontró la conexión en Bolivia y todo quedó enterrado", concluyó.