México: Decapitan a alcalde de Chilpancingo a una semana de asumir el cargo
El municipio de Chilpancingo, Guerrero (México), está sumido en el horror tras el brutal asesinato del recién electo alcalde Alejandro Arcos, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
A menos de una semana de haber asumido el cargo, Arcos fue encontrado decapitado dentro de un vehículo. Las autoridades investigan la posible implicación de un cártel de narcotráfico en este crimen.
Alejandro Arcos había tomado posesión de su cargo el lunes pasado, en una ciudad marcada por altos niveles de violencia y disputas territoriales entre grupos criminales.
La fiscalía estatal confirmó el asesinato mediante un comunicado, aunque los detalles aún son limitados.
Las imágenes del atroz asesinato circulan en redes sociales, amplificando la conmoción en el estado.
El líder del PRI, Alejandro Moreno, expresó su profundo dolor por la pérdida de Arcos, recordando que este hecho se suma al asesinato del secretario del ayuntamiento de Chilpancingo, ocurrido solo tres días antes.
Moreno destacó que ambos eran funcionarios comprometidos con el progreso de su comunidad.
Por su parte, la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, condenó el asesinato de Arcos, manifestando que su muerte representa una tragedia no solo para la familia del alcalde, sino para toda la sociedad guerrerense.
Salgado pidió justicia y acciones firmes contra la violencia en la región.
Chilpancingo ha sido escenario de cruentos enfrentamientos entre los cárteles Los Ardillos y los Tlacos, quienes han sembrado terror en la población.
El conflicto ha cobrado la vida de múltiples funcionarios y ha puesto a la ciudad en el foco de la violencia en Guerrero.
En julio de 2023, una manifestación masiva en Chilpancingo, presuntamente orquestada por Los Ardillos, escaló en violencia, con enfrentamientos contra las fuerzas del orden y la toma de rehenes policiales.
Estos incidentes reflejan el constante desafío que enfrenta el gobierno local ante el narcotráfico.
Desde el inicio de la guerra contra el narcotráfico en 2006, México ha registrado más de 450,000 asesinatos y miles de desapariciones.
Los políticos locales se han convertido en blancos frecuentes de la violencia, especialmente en estados donde el narcotráfico domina las estructuras de poder.
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