Luka Modric continúa sorprendiendo al mundo del fútbol. A sus 39 años, el croata ha alcanzado los 59 partidos disputados en la temporada 2024-2025, una marca que en cualquier otro jugador sería admirable, pero que en su caso ya parece parte de la rutina. Su actuación más reciente tuvo lugar en Charlotte, Estados Unidos, donde el Real Madrid sumó su primer triunfo bajo el mando de Xabi Alonso.

Pese al desgaste de una temporada plagada de lesiones para el club blanco —con 38 partes médicos registrados— Modric ha permanecido incólume, sin un solo contratiempo físico. Su rendimiento sigue siendo impecable, aportando experiencia, control y serenidad en cada ingreso al campo. Aunque ya no es habitual en el once inicial (solo 27 titularidades en esta campaña), su influencia permanece intacta cuando pisa el césped.

Xabi Alonso valora esa vigencia y lo ha utilizado estratégicamente en los primeros partidos de su ciclo. El calor de la gira estadounidense no ha sido obstáculo para el croata, que sigue ofreciendo destellos de su clase con la naturalidad de siempre. Su legado se extiende a sus compañeros más jóvenes, como Bellingham, Valverde y Camavinga, quienes han heredado parte de su visión y elegancia.

Consciente de que el final está cerca, Modric mantiene la excelencia como norma, aún sin tener que demostrar nada. Tras la cita mundialista, su carrera apunta a continuar en Milán, donde buscará cerrar su trayectoria dejando más capítulos brillantes antes del Mundial de 2026.