El Complejo Siderúrgico del Mutún, ubicado en Puerto Suárez, busca revolucionar el mercado interno al vender la tonelada de barras corrugadas de acero por menos de $us 1.200, un precio significativamente menor en comparación con el acero importado, que supera los $us 1.500.

Jorge Alvarado, gerente de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM), resaltó que esta reducción beneficiará al sector de la construcción y evitará la especulación de precios por parte de empresas importadoras. Además, aseguró que este paso fortalecerá la soberanía productiva del país.

El complejo, inaugurado el 24 de febrero por el presidente Luis Arce, fue construido con una inversión de $us 546 millones y cuenta con siete plantas clave: Concentración, Peletización, Aceración, Laminación, Central Eléctrica, Auxiliares y Reducción Directa.

Con una capacidad de producción de 200.000 toneladas anuales, cubrirá cerca del 50% de la demanda nacional, reduciendo la dependencia de importaciones provenientes de Perú, Argentina y Brasil, que actualmente alcanzan las 450.000 toneladas.

El presidente Arce anunció una segunda fase del proyecto con el objetivo de cubrir la totalidad de la demanda interna y, a largo plazo, generar excedentes para exportación, lo que permitiría el ingreso de divisas al país.

Además de barras corrugadas, el Mutún producirá alambrón, materia prima utilizada en la fabricación de tuercas, tornillos, clavos y otros productos esenciales para la industria. Esta diversificación reforzará el impacto económico del complejo en Bolivia.

Mientras el precio del acero importado ha subido en los últimos ocho meses, el Mutún pretende estabilizar el mercado con precios un 20% más bajos. No obstante, sectores opositores han criticado el proyecto, asegurando que el complejo está inoperante y que los resultados anunciados por el Gobierno son exagerados.