El Tribunal 1º de Sentencia de la ciudad de La Paz ha dictaminado sentencias para Rodrigo J.C.CH., de 43 años, y su pareja, Paola V.C.G., de 28 años, en un caso de infanticidio que conmocionó a la comunidad. Rodrigo ha sido condenado a 30 años de prisión sin derecho a indulto en el penal de Chonchocoro, mientras que Paola recibió una sentencia de 15 años en el penal de Obrajes de La Paz por su complicidad en el delito.

El Ministerio Público presentó pruebas contundentes durante el juicio oral, incluyendo actas de registro del lugar, recolección de indicios biológicos, levantamiento del cadáver y el certificado de autopsia médico legal del niño fallecido, de tan solo ocho años de edad. Según las investigaciones, el menor fue asfixiado, y tanto el padrastro como la madre fueron responsables por maltrato infantil y negligencia.

El Fiscal Departamental de La Paz, William Alave Laura, enfatizó la importancia de las pruebas presentadas durante el juicio, que llevaron a la condena del padrastro como autor principal del infanticidio y a la madre por su complicidad en el mismo. El Fiscal de Delitos Contra la Vida, Gustavo Valdez, detalló que el trágico suceso se descubrió cuando el niño fue llevado al Centro de Salud de Mecapaca, evidenciando signos de maltrato y sin vida.

Según la versión inicial de la madre y el padrastro, el niño se enfermó durante la noche y, al no mejorar, lo llevaron al centro de salud por la mañana, donde fue declarado fallecido. Sin embargo, la investigación reveló que el niño había sido víctima de maltrato crónico y murió por asfixia mecánica, contradiciendo la versión de los acusados.

El protocolo de autopsia del Instituto de Investigaciones Forenses confirmó que la causa de muerte del niño fue la asfixia mecánica por sofocación manual, además de señalar desnutrición y múltiples lesiones en su cuerpo, indicativos de abuso físico previo.

El caso ha generado conmoción en la comunidad y destaca la importancia de proteger a los niños contra el maltrato y la negligencia. La condena de los responsables envía un mensaje claro sobre la gravedad de tales actos y la necesidad de justicia para las víctimas inocentes.