La planta de transformación de subproductos de soya, ubicada en el municipio de San Julián, ha alcanzado un avance físico del 95%, según anunció el presidente Luis Arce.

Con una inversión de Bs 424,4 millones, esta infraestructura se posiciona como un proyecto estratégico para la seguridad alimentaria y el fortalecimiento de la agroindustria boliviana.

“Esta obra nos permitirá atender la creciente demanda de acopio, almacenamiento y transformación de soya en el oriente boliviano, consolidando nuestra reserva estratégica de alimentos”, destacó Arce en sus redes sociales.

La planta contará con una capacidad de producción de 1.000 toneladas diarias, lo que promete tener un impacto significativo en la cadena productiva de la soya y en la economía nacional.

Aunque aún no se especificó el tipo de subproductos que se transformarán, se espera que esta infraestructura impulse la provisión de insumos y asista técnicamente a los productores locales.

El mandatario subrayó que el proyecto busca otorgar beneficios justos a los productores, fortalecer la soberanía alimentaria y consolidar al Estado como un actor clave en la agroindustria.

Este enfoque está alineado con la política gubernamental de reducir la dependencia de alimentos procesados importados.

Un video difundido junto con el anuncio mostró detalles del avance en la construcción y resaltó el compromiso del Gobierno con la industrialización del país.

Representantes de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) indicaron que la planta permitirá al Estado producir su propio aceite, agregando valor a la materia prima nacional.

Con la entrada en operación de esta moderna instalación, se espera un fortalecimiento del sector productivo en el oriente boliviano, beneficiando a productores y contribuyendo al desarrollo sostenible del país.