El presidente electo Rodrigo Paz anunció que su futuro gobierno trabajará con todos los organismos internacionales, incluida la DEA de Estados Unidos, para fortalecer la lucha contra el narcotráfico. Paz aseguró que la cooperación exterior será una "política de Estado" y que la DEA "nunca se fue de Bolivia", sino que siempre ha estado presente. El mandatario electo, que asume el 8 de noviembre, busca coordinar esfuerzos regionales contra el crimen organizado.

El aún senador confirmó que ya ha sostenido conversaciones con el presidente de Chile, Gabriel Boric, para fortalecer la seguridad en las zonas fronterizas y el intercambio de información. Paz adelantó que también tiene previsto reunirse con autoridades de Perú, Brasil y Paraguay, con el objetivo de coordinar acciones conjuntas. En el caso de Brasil, enfatizó la importancia de la lucha conjunta contra el PCC (Primer Cartel da Capital) y otras organizaciones criminales.

En otra entrevista, Paz ratificó su postura, afirmando que "Todas las instituciones que luchen contra lo ilícito estarán en Bolivia", al ser consultado sobre el posible retorno de una oficina oficial de la DEA. Su gobierno impulsará una política de seguridad integral con énfasis en la cooperación internacional, la transparencia y el fortalecimiento institucional. Paz busca que Bolivia "recupere la confianza y vuelva a ser un país que coopere".

Las declaraciones de Paz se dan en un contexto de tensión, ya que la dirigencia del Trópico de Cochabamba, liderada por Evo Morales, ha advertido de "problemas para el nuevo gobierno" si decide trabajar con la DEA y otros organismos internacionales, a los que califican de "injerencistas". El triunfo de Paz en el balotaje marca el inicio de una nueva etapa política que busca cambiar la hegemonía y la política de seguridad implementadas durante la última década.