El sargento Brian Cala Chambi fue dado de baja definitiva de la Policía Boliviana, convirtiéndose en el primer efectivo de la institución en recibir tal medida en el año 2025. El uniformado fue señalado por agredir brutalmente a su expareja en plena vía pública en la ciudad de Oruro, un hecho que fue registrado en video por transeúntes y rápidamente se viralizó en redes sociales.

La agresión, que tuvo lugar en el centro de la ciudad, mostró cómo el sargento golpeaba a la mujer de forma violenta, mientras otros transeúntes trataban de intervenir y grababan la escena. El video generó indignación en la población, lo que llevó a las autoridades a actuar con rapidez.

El Ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, confirmó que, además de ser dado de baja, el sargento perderá la condecoración que había recibido por su participación en el desbloqueo de caminos en octubre de 2024. “El haber recibido una condecoración no lo exime de responder por sus delitos”, subrayó del Castillo.

El caso de Cala es el primer incidente de 2025 que refleja el compromiso del gobierno por depurar la institución policial, la cual enfrenta críticas por casos de abuso de poder y violencia dentro de sus filas. El ministro Del Castillo también recordó que, durante la pasada gestión de 2024, se dieron de baja a 307 efectivos de la policía, sumando un total de 620 sanciones entre bajas definitivas y suspensiones. Estos efectivos fueron retirados por no estar a la altura de los principios de la Policía Boliviana.

“La Policía debe actuar con integridad y compromiso con la sociedad. No podemos permitir que personas que no respeten estos valores continúen en la institución”, destacó Del Castillo.

Además, el caso de Cala no solo pone en evidencia la violencia en el ámbito policial, sino también el compromiso del gobierno de dar seguimiento a las denuncias y aplicar las sanciones correspondientes. El sargento enfrentará también un proceso judicial por la agresión contra su expareja, quien se encuentra recibiendo atención médica por las lesiones sufridas.

Este incidente ha generado un fuerte rechazo en la sociedad, que exige más control y transparencia dentro de las fuerzas del orden. Las autoridades han asegurado que continuarán con la depuración de la institución para garantizar que los efectivos cumplan con su deber de proteger a la ciudadanía.