El nuevo entrenador del Real Madrid, Xabi Alonso, ha comenzado su etapa en el banquillo blanco con una prioridad clara: reforzar el trabajo colectivo y corregir la falta de sacrificio defensivo que marcó negativamente al equipo en la última temporada. Con apenas dos semanas al mando, el técnico ya ha detectado uno de los principales problemas que Carlo Ancelotti no pudo resolver: la escasa colaboración de los jugadores ofensivos en tareas defensivas.

Durante la previa del amistoso frente al Salzburgo, Alonso fue enfático al hablar sobre la necesidad de que todo el equipo defienda: “Tenemos que defender los once. Vini, Jude, Fede, Kylian, la defensa… todos. Cuanto más cortos seamos, mejores distancias tendremos”. Aunque el mensaje fue general, el llamado de atención apunta especialmente a los atacantes, que en la última temporada fueron cuestionados por su poca implicancia en la presión y el retroceso.

Ancelotti intentó múltiples fórmulas para revertir esa debilidad sin éxito, desde charlas individuales hasta el análisis de videos tácticos. Alonso, por su parte, apuesta por un enfoque colectivo, sin concesiones, que pretende implementar progresivamente hasta que los jugadores interioricen su idea futbolística.

El entrenador ha recalcado que su sistema no se asentará de inmediato, pero confía en el compromiso de sus dirigidos. Por ahora, el mensaje es claro: en el nuevo Real Madrid, nadie se salva del trabajo defensivo.