El Athletic Club ha tomado una postura firme para proteger los intereses deportivos y económicos ante el interés del FC Barcelona por fichar a Nico Williams. La dirigencia rojiblanca ha informado formalmente a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y a LaLiga sobre sus dudas respecto al cumplimiento del Fair Play financiero por parte del club catalán.

Según reveló Radio Bilbao de la Cadena SER, el presidente del Athletic, Jon Uriarte, y el director general, Jon Berasategi, aprovecharon su presencia en Madrid para exponer oficialmente su preocupación por una posible violación de la regla 1.1 del control económico de LaLiga, que estipula que los clubes solo pueden gastar en función de sus ingresos reales.

El club bilbaíno ha advertido que si el Barcelona desea concretar la incorporación de Nico Williams para la temporada 2025-2026, deberá abonar íntegramente su cláusula de rescisión, estimada en 58 millones de euros más el ajuste por el IPC. Además, el Athletic exige que cualquier movimiento esté estrictamente fiscalizado, considerando que el Barça aún no estaría cumpliendo dicha norma, según palabras recientes del propio Javier Tebas.

Este paso no solo es un gesto institucional, sino una estrategia clara del Athletic para evitar un fichaje irregular y asegurar que el traspaso de su figura más valiosa se haga bajo total transparencia financiera. Desde Bilbao aseguran que no permitirán que el jugador abandone el club sin el respeto a las normas establecidas.