El concejal Israel Alcócer detalló que la inspección a los predios municipales presuntamente avasallados fue planeada con antelación y que la solicitud de seguridad había sido debidamente gestionada con una semana de anticipación. Enviaron las notas correspondientes al Ejecutivo municipal y a la Policía, buscando apoyo para garantizar el resguardo durante la visita al lugar.

Sin embargo, al llegar a la zona de inspección, los concejales se encontraron con que la seguridad era insuficiente, ya que solo había cinco gendarmes presentes, quienes, según el concejal, recibieron instrucciones del alcalde Jhonny Fernández de retirarse antes del ingreso de la comitiva legislativa. Esta falta de seguridad dejó a los concejales vulnerables, lo que provocó que se produjera la violencia durante la inspección.

El concejal Alcócer enfatizó que, a pesar de que la Guardia Municipal debía proporcionar la seguridad en estos casos, los gendarmes se retiraron por la falta de "garantías" que el alcalde no habría proporcionado. Este hecho ha generado malestar dentro del Concejo Municipal, ya que muchos consideran que el alcalde no cumplió con su responsabilidad de proteger a los legisladores en una actividad oficial.

Las autoridades siguen investigando los hechos ocurridos durante la inspección, mientras que el concejal Alcócer y otros miembros del Concejo Municipal exigen respuestas sobre la actuación del alcalde y su equipo en este incidente.