Beber té todos los días podría reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y deterioro cognitivo
Investigaciones respaldan los beneficios del té verde, negro, blanco y de infusiones herbales como el jengibre, manzanilla y hibisco para la salud integral
El té, más que una bebida, es una tradición con impacto global. Procedente de la planta Camellia sinensis, esta infusión milenaria forma parte de la vida diaria de millones de personas y, según diversas investigaciones, aporta beneficios significativos para la salud, desde la prevención de enfermedades cardiovasculares hasta la mejora del metabolismo.
De acuerdo con estudios de la North Dakota State University, el valor del té radica en sus compuestos bioactivos: flavonoides, catequinas y polifenoles. La Clínica Cleveland destaca que el té verde, en particular, es rico en epigalocatequina-3-galato (EGCG), un antioxidante con potente acción antiinflamatoria. Su consumo regular —de dos a cuatro tazas al día— puede reducir hasta en un 24% el riesgo de accidentes cerebrovasculares, controlar la glucosa en sangre, prevenir la diabetes tipo 2 y contribuir a la pérdida de grasa abdominal.
El té negro, más oxidado, contiene theaflavinas y thearubiginas, que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, controlar la inflamación y mejorar el perfil antioxidante del cuerpo. Además, participa en el manejo de la glucosa, siendo relevante en la prevención de la diabetes tipo 2.
Por su parte, el té blanco, elaborado a partir de hojas jóvenes y capullos sin abrir, destaca por su alto contenido de antioxidantes y bajo nivel de cafeína. Aunque los estudios en humanos son más limitados, se sugiere que podría proteger contra el estrés oxidativo y fortalecer el sistema inmunológico.
Las infusiones herbales también ofrecen beneficios específicos. El té de jengibre, gracias al gingerol, fortalece el sistema inmune y alivia dolencias digestivas, aunque debe ser consumido con precaución por personas con problemas de coagulación. La manzanilla, por su parte, actúa como sedante natural y podría beneficiar al sistema óseo y aliviar el síndrome premenstrual. El hibisco, rico en antocianinas, ayuda a reducir la presión arterial, el colesterol LDL y los triglicéridos, aunque se recomienda precaución en combinación con diuréticos o aspirina.
El consumo diario de té potencia la acción de sus antioxidantes, lo que favorece la salud cardiovascular, el metabolismo y la función cerebral. Sin embargo, la Mayo Clinic advierte que un consumo excesivo puede dificultar la absorción de hierro, alterar el sueño y generar interacciones medicamentosas.
En conclusión, incluir té en la rutina diaria puede ser una estrategia natural y accesible para fortalecer la salud, siempre y cuando se consuma con moderación y bajo orientación profesional cuando existan condiciones médicas específicas.
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