El contrabando en Bolivia está experimentando un crecimiento alarmante, expandiéndose a un ritmo dos veces mayor que el crecimiento económico del país. Según las cifras del año pasado, esta actividad ilícita aumentó un 8,42%, mientras que la economía solo creció un 3,48%. En 2022, se estimó que el contrabando generó una pérdida económica de $us 3.331 millones, en comparación con los $us 1.000 millones registrados en 1999.

La magnitud de este incremento del 233% preocupa profundamente al sector empresarial formal boliviano, ya que observan cómo el contrabando crece aceleradamente, burlando todos los controles establecidos. Durante un seminario internacional sobre los desafíos del contrabando, en el cual participaron representantes de diversas entidades y sectores empresariales de Bolivia, Perú y Chile, se abordó esta problemática. El contrabando organizado utiliza tanto las carreteras principales como las rutas alternativas, y se apoya en la estrategia conocida como "contrabando hormiga" para ocultar la mercancía que ingresa al país.

El impacto del contrabando es significativo, ya que representa un grave obstáculo para la reactivación económica, desindustrializa la producción nacional, elimina empleos formales, evade el pago de impuestos y fomenta actividades delictivas. Según Hugo Siles, asesor de la Cámara Nacional de Industrias, el contrabando en 2022 alcanzó los $us 3.331 millones, lo que equivale al 7,96% del Producto Interno Bruto del país. Este monto representa un mes completo de producción boliviana, lo cual ilustra el impacto devastador de esta lacra. Además, la evasión tributaria asociada al contrabando alcanzó los $us 930 millones en 2022, una cantidad que podría haberse utilizado para construir 16 hospitales de tercer nivel.

El contrabando en Bolivia continúa en aumento descontrolado, superando ampliamente el crecimiento económico del país. Este fenómeno perjudica a miles de industrias formales y a cientos de miles de empleos, frenando la reactivación económica, desindustrializando la producción local y fomentando la evasión de impuestos. Es necesario tomar medidas contundentes para combatir esta problemática y proteger la economía boliviana de los efectos nocivos del contrabando.