Ricardo Gareca enfrenta una de sus pruebas más difíciles como director técnico de la selección chilena. Este martes, la Roja visitará por primera vez el estadio de Villa Ingenio, en El Alto, para medirse con Bolivia en un duelo clave por las Eliminatorias. La presión sobre el estratega argentino es máxima: Chile ocupa el último lugar en la tabla y una nueva derrota podría significar su salida.

El historial de Gareca en territorio boliviano no es favorable. En dos visitas previas a La Paz con la selección peruana, perdió en ambas ocasiones. En 2016 cayó 2-0 y en 2021 fue derrotado 1-0. Ahora, al mando de Chile, llega con una tercera caída reciente frente a la Verde, ocurrida en septiembre de 2024 en Santiago, donde Bolivia sorprendió con un 1-2 a domicilio.

El partido de este martes representa más que una simple fecha de eliminatorias. Para el técnico argentino, es la última oportunidad de revertir una campaña deficiente y evitar un despido anticipado. En Chile, los medios ya señalan que su continuidad depende de sumar puntos en El Alto, un terreno donde Bolivia se ha mostrado fuerte y permanece invicta en eliminatorias.

El reto para Gareca se multiplica no solo por el mal momento de su equipo, sino también por las condiciones adversas del escenario altiplánico, ubicado a más de 4.000 metros de altitud. La historia y el entorno juegan en su contra, y la presión de una afición chilena impaciente añade mayor urgencia al resultado.