La reciente inauguración de una oficina de la FIFA en la Trump Tower de Nueva York ha encendido las alertas sobre la relación entre Gianni Infantino y Donald Trump. El acto, celebrado en el vestíbulo del emblemático edificio, contó con la presencia de figuras como Ronaldo Nazário y Eric Trump, y tuvo como protagonista al propio presidente de la FIFA, quien agradeció públicamente al expresidente estadounidense por su apoyo.

Infantino justificó la apertura afirmando que la FIFA necesita presencia en Nueva York por su proyección global y los torneos que se avecinan, como el Mundial de Clubes 2025 y el Mundial de 2026. Sin embargo, la organización no ha detallado qué funciones cumplirá esta sede ni por qué fue elegida precisamente la torre de Trump, donde también se exhibió el trofeo del ‘mundialito’ durante el evento.

Este movimiento ha generado cuestionamientos no solo por el simbolismo político, sino también por la falta de transparencia. En 2024, la FIFA ya había inaugurado oficinas en Miami, donde opera su equipo legal y parte del comité organizador de torneos en EE.UU., por lo que esta nueva sede resulta llamativa por su ubicación y la implicación directa del entorno Trump.

La relación entre ambos líderes ha sido cada vez más evidente. Infantino llegó a calificar su vínculo con Trump como “absolutamente crucial” y ya le había obsequiado un trofeo del Mundial de Clubes en una visita a la Casa Blanca. Incluso viajaron juntos a Medio Oriente, provocando la ausencia del presidente de la FIFA en un congreso clave en Paraguay, hecho que provocó que algunos delegados se retiraran en protesta. La UEFA y Human Rights Watch también expresaron su preocupación por el desvío de prioridades institucionales.

Pese a las críticas, Infantino defendió su gestión: “Como presidente de la FIFA, mi responsabilidad es actuar en interés de la organización”, dijo en el congreso en Asunción.