Con el auge de las dietas basadas en plantas, expertos analizan los beneficios y desventajas de estas dos populares alternativas a la leche de vaca.

En el contexto actual, donde las preferencias dietéticas y las preocupaciones por la salud han impulsado una creciente demanda de alternativas a los productos lácteos tradicionales, la leche de almendras y la leche de soja destacan como dos de las opciones más populares entre las bebidas vegetales. Según nutricionistas como Dana Hunnes (UCLA), Bree Phillips (UCSF Health) y Carla Hernández, ambas pueden aportar beneficios significativos a la salud, pero sus propiedades nutricionales varían considerablemente.

Hunnes resalta que tanto la leche de almendras como la de soja contienen grasas saludables —principalmente monoinsaturadas— que favorecen la salud cardiovascular, a diferencia de la leche de vaca, más rica en grasas saturadas. Además, estas bebidas suelen estar fortificadas con calcio y vitamina D, lo que las convierte en aliadas para el fortalecimiento óseo.

Desde una perspectiva comparativa, la leche de almendras sin azúcar aporta menos calorías, pero también menos proteínas: entre 1 y 4 gramos por taza, frente a los 6 a 9 gramos que ofrece la leche de soja. Esta diferencia convierte a la leche de soja en una alternativa más cercana a la leche de vaca para quienes requieren un mayor consumo proteico.

Ambas bebidas tienen ventajas y desventajas. La leche de almendras se destaca por su sabor suave, su bajo aporte calórico y su contenido de vitamina E, pero es poco proteica y no es apta para personas con alergia a frutos secos. Por otro lado, la leche de soja ofrece más proteína y compuestos como isoflavonas, pero su sabor particular y su potencial para causar molestias digestivas pueden ser limitantes para algunos consumidores.

Según la nutricionista Carla Hernández, la mejor elección depende del perfil y las metas de cada persona. Mientras que la leche de almendras puede ser ideal para quienes desean reducir calorías, la de soja es más conveniente para quienes buscan conservar o desarrollar masa muscular.

En cualquier caso, los especialistas recomiendan optar por versiones sin azúcares añadidos y verificar la calidad del producto, priorizando las opciones fortificadas.