Santa Cruz vive días de preocupación ante una serie de hechos violentos registrados en las últimas semanas, que incluyen dos secuestros y cinco muertes violentas, según reportes de la Policía Boliviana y la Fiscalía.

Entre el 26 y 29 de julio se produjeron dos secuestros. Posteriormente, el miércoles 13 de agosto, fueron hallados los cuerpos de tres hombres —dos de ellos extranjeros— en el interior de una vivienda del Barrio Petrolero Norte. Las víctimas presentaban signos de tortura y heridas de armas de fuego. El Servicio General de Identificación Personal (Segip) confirmó que uno de los fallecidos era ciudadano israelí y otro tenía doble nacionalidad, serbio-boliviano.

A estos hechos se sumó el doble asesinato del jueves 21 de agosto, cuando pistoleros atacaron a Harold Méndez Erlwein y Leonardo Vaca Diez Gentile, hombres con antecedentes penales, recibiendo decenas de proyectiles. La vagoneta utilizada en este ataque tiene similitudes con el vehículo en el que fue secuestrado Erick Roberto Baeza el 29 de julio, según confirmó el fiscal departamental Alberto Zeballos.

El abogado penalista y experto en criminología, Christian Sánchez, señaló que estos sucesos evidencian “la inequívoca presencia del crimen organizado transnacional en Bolivia”, destacando el uso de tácticas militares y policiales por parte de los grupos criminales.

La Policía continúa investigando las circunstancias de estos hechos para determinar posibles conexiones entre ellos. Mientras tanto, la población de Santa Cruz exige respuestas inmediatas y acciones concretas de las autoridades para garantizar la seguridad y sancionar a los responsables.