Alejandro Montagna y Marcelo Vives, dos experimentados paracaidistas argentinos, están a punto de emprender uno de los desafíos más extremos y audaces de sus carreras: realizar un salto en caída libre desde la estratósfera durante la noche, con el objetivo de romper el récord mundial de mayor altura en un salto nocturno. Este reto se llevará a cabo en las próximas horas en Estados Unidos, donde ambos intentarán superar la marca establecida en 2019 por Andy Stumpf, quien saltó desde 36.000 pies (aproximadamente 10.973 metros).

Montagna y Vives, apasionados por la adrenalina y la superación de límites, han dedicado 25 años a perfeccionar el arte de los saltos en paracaídas. Sin embargo, este salto no será como los demás. En lugar de los 2.000 o 3.000 metros habituales, se lanzarán desde una altitud de 12.500 metros, equipados con trajes especiales que los protegerán de las extremas condiciones de la estratósfera. Durante la caída libre, alcanzarán una velocidad de hasta 300 kilómetros por hora, enfrentando una sensación térmica de -100°C, lo que convierte a este desafío en uno de los más riesgosos de la historia del paracaidismo.

Este salto no solo representa un intento por establecer un nuevo récord mundial, sino también un acto de valentía y pasión por el deporte. Montagna y Vives han expresado que su motivación principal es la fascinación por superar sus propios límites y alcanzar logros que parecían inalcanzables.

La comunidad internacional del paracaidismo y los aficionados al deporte extremo esperan con gran expectativa este evento, que podría marcar un hito en la historia del paracaidismo mundial. De tener éxito, Montagna y Vives se convertirán en los primeros en realizar un salto nocturno desde semejante altitud, consolidando su lugar en los anales del deporte.