Rodrigo Paz, presidente electo de Bolivia, iniciará esta semana un viaje a Estados Unidos con el objetivo de restablecer las relaciones diplomáticas con Washington y gestionar ayuda financiera ante organismos internacionales. Las relaciones entre ambos países estaban interrumpidas desde 2008, cuando el entonces presidente Evo Morales expulsó al embajador estadounidense acusándolo de intervenir en asuntos internos del país.

Durante su estadía, Paz tiene previsto sostener reuniones con representantes del gobierno estadounidense, así como con directivos del Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo, CAF y Fondo Monetario Internacional, buscando apoyo para superar la crisis económica que atraviesa Bolivia. Entre sus prioridades se encuentra enfrentar la escasez de divisas en el sistema financiero y garantizar el abastecimiento interno de combustibles, afectado por la reducción de reservas internacionales.

El mandatario electo aseguró que su plan incluye medidas inmediatas para fortalecer la economía y reactivar la confianza en el país. Asesores de Paz ya se encuentran en Washington para coordinar la agenda de actividades, que incluirá encuentros en los departamentos de Estado, Tesoro y Comercio estadounidenses.

Paz enfatizó que su gestión buscará atraer recursos frescos para la reserva internacional y enfatizó en la necesidad de poner fin a la dependencia del Estado como modelo económico, señalando que sus primeras acciones estarán dirigidas a políticas responsables y sostenibles.