Una pieza histórica del Titanic, que perteneció a Isidor Straus, y una carta manuscrita por su esposa Ida a bordo del transatlántico, serán protagonistas de una subasta que podría superar el millón y medio de dólares. El evento, programado para el 22 de noviembre en Devizes, Wiltshire, promete atraer a coleccionistas y entusiastas de la historia marítima.

El reloj de oro: un testimonio del hundimiento

El reloj de oro de 18 quilates, fabricado por Jules Jurgensen y grabado con las iniciales IS, perteneció a Isidor Straus, cofundador de Macy’s y uno de los pasajeros más acaudalados del Titanic. Detenido a las 2:20 de la madrugada, momento aproximado del hundimiento el 15 de abril de 1912, el reloj fue recuperado tras la tragedia y entregado a su hijo Jesse Straus. Desde entonces, ha permanecido en la familia hasta llegar a Kenneth Hollister Straus, bisnieto de Isidor, quien restauró el mecanismo y lo puso a la venta a través de la casa de subastas Henry Aldridge & Son.

La historia de Isidor e Ida Straus ha trascendido en la cultura popular, recordada por su amor y heroísmo: ambos rechazaron salvarse en los botes salvavidas para permanecer juntos hasta el final, dejando un legado de valentía y amor en la memoria colectiva.

La carta de Ida Straus

Junto al reloj, se subastará una carta manuscrita por Ida Straus poco después de zarpar de Southampton el 10 de abril de 1912. En el documento, escrito en papel con membrete del Titanic, describe el lujo del barco y el incidente con el SS New York. La carta, nunca antes exhibida públicamente, se espera que alcance los 200.000 dólares, dada su autenticidad y el contexto histórico que representa.

Otras piezas y la fascinación por el Titanic

La subasta de los Straus se suma a una larga lista de ventas de objetos emblemáticos del Titanic. Ejemplos recientes incluyen:

Reloj de bolsillo del capitán del Carpathia: vendido por dos millones de dólares.

Violín de Wallace Hartley: alcanzó casi un millón y medio de dólares en 2013.

Reloj de bolsillo de John Jacob Astor: superó el millón de dólares.

La combinación de valor histórico, simbolismo y rareza hace que los objetos vinculados al Titanic sigan siendo altamente codiciados por coleccionistas de todo el mundo.

La subasta del 22 de noviembre promete un récord histórico, con el reloj de Isidor Straus como protagonista de una puja que podría convertirlo en una de las piezas más valiosas jamás ofrecidas del legendario transatlántico.