Rusia y Ucrania iniciaron este viernes la primera fase de un extenso intercambio de prisioneros, que se espera sea el mayor desde el inicio del conflicto bélico en febrero de 2022. Según fuentes ucranianas, el acuerdo contempla la liberación de 2.000 personas, 1.000 de cada lado, a lo largo de tres días: viernes, sábado y domingo.

La reciente ronda de negociaciones en Estambul resultó en este canje, que marca un hito en los esfuerzos diplomáticos entre ambos países. El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky confirmó que 390 personas ya regresaron a Ucrania el viernes, entre ellas 270 militares y 120 civiles. El Centro Ucraniano de Coordinación para el Tratamiento de Prisioneros de Guerra detalló que los liberados incluyeron tres mujeres y 387 hombres.

Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso indicó que también 270 militares y 120 civiles retornaron a su país. Los civiles habían sido capturados en la región rusa de Kursk, donde Ucrania realizó una incursión el año pasado.

Los liberados por Rusia fueron trasladados en autobuses hasta la frontera ucraniana. Allí, muchos fueron recibidos con banderas y brazaletes con los colores nacionales, mientras se reencontraban con sus familias. En imágenes difundidas por el gobierno ucraniano se observa a los repatriados vistiendo uniformes militares, algunos hablando por teléfono con sus seres queridos, visiblemente emocionados.

En paralelo, los soldados rusos retenidos por Ucrania también fueron entregados a las autoridades rusas en la frontera.

En la región ucraniana de Chernihiv, decenas de personas esperaron durante horas en un punto de encuentro con la esperanza de ver regresar a sus familiares. Llevaban fotografías y banderas como símbolo de esperanza, mientras las sirenas antiaéreas sonaban ante la amenaza de un nuevo ataque ruso.

Ucrania ha denunciado que miles de civiles han sido detenidos en territorios ocupados y deportados a Rusia sin cargos ni juicio. Kyiv los considera rehenes civiles, y ha rechazado que sean clasificados como prisioneros de guerra, ya que esto podría aumentar el riesgo de nuevas detenciones arbitrarias por parte de Rusia.