Cristhian Stuani, capitán y figura histórica del Girona FC, atraviesa un momento clave en su carrera. A pesar de contar con un contrato firmado hasta 2026, su continuidad real está en duda debido a cláusulas contractuales y una deuda diferida que complica su vínculo con el club. La situación ha generado inquietud entre los aficionados, quienes temen la posible salida del máximo goleador en la historia de la institución.

Todo comenzó con unas declaraciones del delantero uruguayo el pasado 27 de mayo en el programa Montiliving, donde evitó confirmar la vigencia de su contrato y expresó: “Hay cosas que no dependen de mí”. Esta postura encendió las alarmas y abrió el debate sobre una posible libertad contractual inmediata.

Quique Cárcel, director deportivo del Girona, aclaró días después que, aunque sobre el papel Stuani tiene contrato hasta 2026, existe una deuda económica que el club asumió durante su paso por Segunda División. Este acuerdo incluía una rebaja salarial y la promesa de pago diferido, lo que hace que Stuani tenga razón “ética” al considerar que su vínculo ya no lo obliga a continuar.

El Girona ya ha hecho una propuesta de renovación formal para asegurar su permanencia, reconociendo la importancia histórica y emocional del jugador. Sin embargo, mientras el club no concrete una mejora en sus condiciones actuales, el jugador podría recibir ofertas externas.

Según reportes de SPORT, Stuani fue sondeado por Nacional de Uruguay, pero declinó la propuesta. Su prioridad sigue siendo Girona, ciudad donde ha echado raíces y donde incluso contempla un futuro dentro del organigrama institucional una vez se retire. Aun así, su situación actual lo convierte en un jugador atractivo para otros clubes, especialmente por su perfil goleador y profesionalismo ejemplar.

La pelota ahora está en el tejado del Girona, que deberá actuar con rapidez si quiere evitar la salida de su emblema más icónico.