A dos semanas de que Rodrigo Paz y Edmand Lara asumieran como presidente y vicepresidente de Bolivia, respectivamente, se hizo evidente un clima de tensión dentro del Órgano Ejecutivo, en medio del proceso de restructuración estatal impulsado por el nuevo Gobierno.

Durante los primeros días de gestión, el trabajo del Ejecutivo se centró en un diagnóstico de la situación económica del país. Paz calificó las finanzas estatales como una “cloaca”, denunciando indicios de corrupción en distintas instituciones y señalando a los gobiernos del MAS por la pérdida de más de 15.000 millones de dólares.

En paralelo, el Gobierno avanzó en una restructuración del aparato estatal. El presidente redujo el número de ministerios de 17 a 15, eliminando entre ellos el Ministerio de Justicia, una propuesta anunciada junto a Lara durante la campaña electoral.

Sin embargo, fue precisamente en esa cartera donde comenzó a evidenciarse la tensión. El 10 de noviembre, Freddy Vidovic juró como ministro de Justicia, pese a que la promesa de campaña había sido su eliminación. Dos días después, Lara declaró que “el Ministerio de Justicia cumple una función muy importante”, matizando la promesa inicial.

Posteriormente, comenzaron a circular en redes denuncias sobre una sentencia ejecutoriada contra Vidovic. El 19 de noviembre, el ministro de Gobierno, Marco Antonio Oviedo, confirmó la información y señaló que el caso debía ser explicado al presidente.

Al día siguiente, con el relevo de Vidovic prácticamente definido, Lara —desde Brasil— publicó un video afirmando que él había sugerido a Vidovic para el cargo. Además, criticó al Viceministerio de Coordinación Legislativa y aseguró que el presidente estaba siendo “mal asesorado”. Paz respondió indicando que intentó comunicarse con Lara y que esperaba dialogar con él a su retorno.

Tras ello, se supo que Jorge Franz García Pinto reemplazaría a Vidovic; pero Lara difundió otro video acusando a García de tener procesos judiciales. La tensión escaló nuevamente.

El jueves por la tarde, cuando se esperaba la posesión del nuevo ministro, Paz sorprendió al anunciar el cierre del Ministerio de Justicia. García, quien asumiría la conducción del proceso, acusó a Lara de difamación y anunció acciones legales.

La respuesta del vicepresidente llegó este viernes. Lara afirmó que se defenderá, insistió en que el Ministerio de Justicia “todavía existe” y declaró: “Rodrigo Paz me ha identificado como su enemigo”.

Horas antes, la vocera presidencial había descartado una ruptura interna, subrayando que, a diferencia de gestiones pasadas, el vicepresidente tiene pleno derecho a emitir opiniones políticas y públicas.