El robo de cables de cobre sigue siendo una de las principales causas de interrupciones en la conectividad del país, lo que afecta a miles de usuarios y genera pérdidas económicas significativas. En lo que va de 2025, una operadora de telecomunicaciones ha registrado 125 incidentes relacionados con vandalismo, con cerca de 30 personas aprehendidas, un patrón que se intensifica hacia fin de año.

El incremento del precio internacional del cobre y su comercialización informal impulsan estos delitos, que no deben confundirse con fallas técnicas. Cada corte de fibra óptica afecta servicios esenciales como educación, salud, seguridad y actividades comerciales, provocando interrupciones en hospitales, entidades educativas, bancos y sistemas de emergencia.

La empresa afectada informó que estos hechos generan un impacto económico considerable y que mantienen constantes acciones preventivas junto a las autoridades para resguardar la infraestructura y asegurar la continuidad del servicio para la población.

Las estimaciones señalan que cada corte puede implicar un costo aproximado de hasta Bs 60.000 en reposición o reparación. Durante 2024, con 175 incidentes reportados, las pérdidas para el sector fueron millonarias, sin considerar daños colaterales a usuarios ni posibles sanciones regulatorias.

Investigaciones revelan que gran parte del cobre sustraído termina en centros informales de reciclaje o chatarra, especialmente en los meses de mayor demanda. Para enfrentar esta problemática, la operadora reforzó patrullajes, ejecutó operativos coordinados con la Policía, sustituyó progresivamente el cobre por materiales menos atractivos para el mercado ilegal e instaló sistemas de alerta temprana en puntos críticos.

Además, habilitó la línea gratuita 800-17-0004 para denuncias ciudadanas, con el fin de reducir los riesgos y proteger la infraestructura nacional de telecomunicaciones.