Ataques de pánico: Síntomas, duración y cuándo consultar a un profesional
Los ataques de pánico son intensos y repentinos, con síntomas que pueden parecer un ataque cardíaco. Conocerlos es clave para buscar ayuda a tiempo.
Los ataques de pánico son una manifestación extrema de los trastornos de ansiedad, que también incluyen condiciones como la ansiedad generalizada, las fobias y la ansiedad social. Estos episodios se caracterizan por su aparición repentina y su breve, pero intensa duración. Es posible que una persona esté en un estado normal, sin problemas aparentes, y de repente, se vea atrapada por un ataque de pánico.
Síntomas de un ataque de pánico
Los síntomas de un ataque de pánico son intensos y variados, provocando en quien lo padece una sensación de pérdida de control sobre su cuerpo y mente. Entre los síntomas más comunes se encuentran:
- Falta de aire
- Palpitaciones
- Dolor en el pecho
- Mareos o inestabilidad
- Sudoración profusa
En algunos casos, la persona puede experimentar malestar general, zumbidos en los oídos y una sensación de que la cabeza "se va". Las palpitaciones y el dolor en el pecho suelen ser tan intensos que pueden confundirse con un ataque cardíaco, lo que agrava la sensación de pánico.
Además de los síntomas físicos, se presentan dos sensaciones subjetivas muy potentes: la desrealización, donde la persona siente que lo que está viviendo no es real, como si estuviera alejada de su entorno; y la despersonalización, donde experimenta que no es ella misma en ese momento.
Duración del ataque de pánico
A pesar de lo aterrador que puede ser un ataque de pánico, estos episodios suelen ser de corta duración. Los síntomas alcanzan su punto máximo entre los 3 y 10 minutos, para luego comenzar a disminuir. Sin embargo, durante el pico de intensidad, muchas personas sienten una abrumadora sensación de muerte inminente, lo que resalta la gravedad y el impacto emocional de estos ataques.
Cuándo consultar a un profesional
Los ataques de pánico son una experiencia aterradora, y si se repiten, pueden dar lugar a un trastorno de pánico. Este trastorno es un tema serio, pero afortunadamente, tiene tratamiento efectivo, que suele incluir una combinación de psicoterapia y medicación. Si has experimentado algo similar, es crucial consultar a un profesional de la salud mental. Recibir tratamiento temprano es clave para manejar la condición y mejorar la calidad de vida.
Los trastornos de ansiedad
Los trastornos de ansiedad son manifestaciones comunes del miedo, una emoción que todos experimentamos. En nuestro cerebro, la amígdala es la estructura responsable de procesar el miedo, activando una serie de respuestas físicas y emocionales ante una amenaza percibida.
Mientras que el miedo responde a un peligro concreto y presente, la ansiedad es más difusa, no necesariamente vinculada a una amenaza específica, y suele prolongarse en el tiempo. Este miedo constante, que puede persistir incluso sin una amenaza inmediata, es lo que caracteriza a los trastornos de ansiedad.
El doctor Daniel López Rosetti, presidente de la Sección de Estrés de la World Federation for Mental Health, enfatiza la importancia de entender la diferencia entre miedo y ansiedad para abordar adecuadamente los trastornos de ansiedad. La intervención temprana es esencial para prevenir que la ansiedad se convierta en un problema crónico que impacte en la vida diaria.
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