Miles de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro se congregaron el domingo en la avenida Paulista de São Paulo, vistiendo los colores de la bandera de Brasil, para expresar su respaldo al exmandatario. La marcha fue convocada por el propio Bolsonaro en sus redes sociales como una movilización “por la libertad y la justicia”, en medio del proceso judicial en su contra por presunta conspiración para un golpe de Estado tras perder las elecciones de 2022.

Durante el evento, que cierra un mes clave en el ámbito judicial para Bolsonaro, el exjefe de Estado negó nuevamente haber planeado una acción golpista. El Tribunal Supremo lo investiga como líder de una organización criminal que presuntamente planeó derrocar al actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva. El plan, según la Fiscalía, incluía incluso el asesinato de autoridades, pero no prosperó por falta de apoyo militar.

Bolsonaro, inelegible hasta 2030 por haber desacreditado el sistema electoral sin pruebas, insiste en que se trata de una persecución política. Sus seguidores comparten esta versión y cuestionan la legitimidad del Tribunal Supremo. En paralelo, la justicia investiga a su hijo Carlos por supuestamente formar parte de una red de espionaje ilegal al servicio del expresidente durante su mandato.

Las movilizaciones en apoyo a Bolsonaro han ido disminuyendo. En abril congregaron a unas 45.000 personas, cifra muy inferior a las 185.000 que se movilizaron en febrero. Muchos manifestantes piden amnistía para los condenados por los disturbios del 8 de enero de 2023, cuando bolsonaristas invadieron sedes de los poderes del Estado en Brasilia para exigir la salida de Lula.

Pese al creciente cerco judicial y la falta de respaldo institucional, Bolsonaro mantiene presencia pública y evita apoyar a algún candidato para 2026. El gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, aliado del exmandatario y posible candidato presidencial, también asistió a la marcha y llamó a “promover la pacificación”.