Los bombardeos de las fuerzas de Israel en el sur de Líbano y otras partes del país han dejado un saldo devastador: al menos 492 muertos y 1.645 heridos, según informó el Ministerio de Salud libanés.

Entre las víctimas se encuentran al menos 35 niños y decenas de mujeres, mientras miles de civiles huyen de sus hogares por temor a los ataques.

Los bombardeos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en la región sur del Líbano son los más intensos en años. Estos ataques se producen en respuesta a los lanzamientos de cohetes por parte del grupo armado chiita Hezbolá contra territorio israelí.

En los últimos días, Hezbolá ha disparado decenas de cohetes, lo que ha intensificado la violencia en la frontera entre ambos países.

El Ministerio de Salud del Líbano emitió un comunicado detallando la magnitud de la tragedia: "Los ataques del enemigo israelí contra ciudades y pueblos del sur desde esta mañana han dejado cientos de víctimas fatales entre las que se encuentran niños y mujeres".

Este conflicto ha generado una situación de crisis humanitaria, obligando a miles de civiles a desplazarse en busca de seguridad.

Israel, por su parte, ha informado que ha lanzado una operación masiva contra unos 1.300 objetivos de Hezbolá en la región, argumentando que se trata de una respuesta defensiva frente a las amenazas del grupo armado.

La comunidad internacional ha comenzado a expresar su preocupación por el escalamiento de la violencia y las consecuencias para los civiles en la zona afectada.

Las autoridades locales y organizaciones humanitarias están trabajando para atender a las víctimas y a las familias desplazadas, mientras la población libanesa enfrenta una de las crisis más graves en los últimos años.