A un mes de asumir el mando de la Policía Boliviana, el comandante general, Mirko Sokol, informó que se identificaron diversas prácticas de corrupción que involucran cobros irregulares a ciudadanos, procesos de contratación, selección de aspirantes a la institución y presuntos vínculos con actividades delictivas.

Entre los hechos detectados, Sokol señaló irregularidades en la venta y confección de uniformes para nuevos oficiales. Por este caso, se presentaron denuncias por estafa contra las empresas involucradas y varios funcionarios policiales fueron sometidos a procesos disciplinarios.

En el ámbito de la formación policial, el Comandante indicó que se revisaron más de 180 expedientes con irregularidades, principalmente relacionadas con pruebas médicas, en las que estarían implicados médicos, dentistas y servidores públicos de la institución.

Asimismo, se reportaron hechos de corrupción vinculados a cobros indebidos. En Santa Cruz, cuatro efectivos fueron aprehendidos tras ser denunciados por exigir Bs 2.000 a un ciudadano detenido pese a no registrar un grado alcohólico sancionable. En otro caso, en Oruro, se identificó a patrulleros que presuntamente escoltaban vehículos con mercadería de contrabando, quienes ya fueron aprehendidos.

De manera general, la Policía recibió 97 denuncias en el último mes, de las cuales 22 fueron verificadas. En ese marco, se ejecutaron más de 100 cambios de destino de funcionarios sobre los que existirían indicios de actos irregulares.

Como parte de las acciones anticorrupción, el general Sokol anunció el lanzamiento de una aplicación móvil para facilitar denuncias ciudadanas y la creación del Departamento de Control Policial, dependiente de la Inspectoría General, que realizará operativos uniformados y encubiertos para identificar a malos servidores policiales.