El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, aseguró que el asesinato del líder indígena Francisco Marupa no estuvo relacionado con un ajuste de cuentas, conflictos por tierras o minería ilegal, sino que fue resultado de problemas personales entre la víctima y el presunto agresor.

Del Castillo confirmó que la Policía Boliviana aprehendió a Julio L. T., de 20 años, quien confesó el crimen y reconoció que tuvo diferencias personales con Marupa.

El cuerpo del líder indígena, de 67 años, fue hallado el pasado 14 de febreroen la comunidad Torewa, provincia Abel Iturralde, tras haber sido reportado como desaparecido dos días antes.

Diferentes entidades, como la Unión Europea y la Defensoría del Pueblo, han expresado su preocupación por el asesinato. La UE condenó el hecho y pidió que los responsables sean sancionados.

Del Castillo también detalló que el levantamiento del cuerpo fue realizado con apoyo de la Armada Boliviana, debido a la dificultad de acceso a la zona.