En medio de los actos conmemorativos por la gesta libertaria del 25 de Mayo en Sucre, el presidente Luis Arce fue recibido con gritos de desaprobación, silbidos y consignas como “¡Fuera, fuera!”, que lo obligaron a retirarse anticipadamente de la Plaza 25 de Mayo.

Pese a las restricciones de ingreso, numerosos ciudadanos lograron acceder al lugar y expresar su descontento.

El mandatario abandonó el sitio bajo un fuerte resguardo policial y militar, en un ambiente tenso que puso en evidencia el malestar ciudadano frente a la actual situación económica del país. La escena se suma a una serie de protestas en distintos puntos de Bolivia, donde diversos sectores sociales demandan medidas urgentes frente a la escasez de dólares, la falta de combustibles y el alza del costo de vida.

Días antes, Arce también fue abucheado en un acto público en Santa Cruz, donde participaban trabajadores mineros. En esa oportunidad, el presidente declaró que los problemas del país “no se resuelven con silbidos ni con aplausos, sino con debate”.

Desde el Gobierno se ha convocado a una cruzada por la unidad y la paz social rumbo al Bicentenario, proponiendo resolver las diferencias políticas, económicas y culturales mediante el diálogo y la cultura de paz.

Sin embargo, las tensiones persisten y se profundizan, reflejando el descontento popular ante una coyuntura que exige respuestas inmediatas.