Tras una temporada marcada por las lesiones y la adaptación, Arda Güler empieza a consolidarse en el Real Madrid como una de las jóvenes promesas con mayor proyección. El centrocampista turco, que en sus primeros meses vivió entre la ansiedad del banquillo y la incertidumbre del idioma, ha comenzado a mostrar la calidad que lo llevó al club blanco con solo 18 años.

Su despegue coincidió con la confianza de un técnico que lo conoce bien: Xabi Alonso. Aunque no llegó a dirigirlo en el Leverkusen, el ahora entrenador del Madrid le abrió las puertas del mediocampo y le devolvió la alegría. Arda, con un estilo diferente al del fútbol físico actual, ha encontrado su lugar como creador de juego, demostrando que su talento no necesita gritos, sino espacio para expresarse.

Con más minutos, mejor integración en el vestuario y una actitud serena, Güler afirma que aún no ha mostrado todo lo que puede ofrecer. Su evolución ha sido notoria tanto en lo personal como en lo futbolístico. A pesar de su timidez inicial, ya se defiende entre el español y el inglés, y en la cancha empieza a sonar como una melodía propia dentro de una orquesta exigente.

“Todavía queda mucho Arda por ver en el Real Madrid”, aseguró recientemente. Y todo indica que tiene razón.