El Gobierno puso en marcha el Programa Extraordinario de Protección para la Equidad, conocido como Bono Pepe, mediante el Decreto Supremo 5503, con el objetivo de brindar apoyo económico a sectores vulnerables tras la eliminación de la subvención a los combustibles.

El ministro de Economía, José Gabriel Espinoza, informó que el beneficio está dirigido a familias que tengan entre sus integrantes a personas con discapacidad registradas, adultos mayores que no perciben jubilación, madres que reciben el bono Juana Azurduy, además de padres con hijos en edad escolar dentro del sistema público.

La autoridad explicó que las familias beneficiarias recibirán una transferencia mensual de 150 bolivianos durante un periodo de tres meses. El pago comenzará a partir de enero y podrá cobrarse desde el primer día hábil de ese mes hasta el último día de abril, permitiendo la acumulación del beneficio en caso de dificultades para el cobro oportuno.

Espinoza señaló que el alcance del bono llega a aproximadamente 1,4 millones de beneficiarios directos en todo el país. Considerando que cada familia tiene entre cuatro y cinco integrantes, el incentivo beneficiará de manera indirecta a cerca de seis millones de personas.

Para la ejecución de este programa, el Estado destinó alrededor de 1.800 millones de bolivianos, recursos que anteriormente estaban asignados a la subvención de combustibles.

El ministro aclaró que no será necesario ningún registro previo para acceder al beneficio. Los pagos se realizarán en entidades financieras autorizadas, únicamente con la presentación de la cédula de identidad. Asimismo, anunció que en los próximos días se dará a conocer un cronograma oficial de cobro.