Hace aproximadamente 250 millones de años, dos supercarnívoros, con dientes de sable y piel gruesa como la de un rinoceronte, protagonizaron una feroz batalla que quedó atrapada en el tiempo.

En marzo de 2021, el investigador Julien Benoit encontró evidencias de este enfrentamiento mientras revisaba una antigua caja de fósiles en el Museo de Historia Natural Iziko, en Ciudad del Cabo, Sudáfrica.

Este hallazgo revela que, mucho antes del Tyrannosaurus rex, existieron depredadores aún más extraños y temibles, capaces de abrir sus mandíbulas en ángulos imposibles y utilizar garras penetrantes para dominar su entorno.

La batalla entre estos animales, cuyos caninos medían hasta 12,7 cm, es una ventana única para entender la vida en la Tierra en la era prehistórica.