EEUU: por primera vez la Justicia de Luisiana decidió la castración de un hombre por abuso infantil
Thomas Allen McCartney, de 37 años, será sometido a doble castración tras declararse culpable de intento de violación de una niña de siete años, en la primera sentencia de este tipo bajo la nueva legislación estatal.
El estado de Luisiana marcó un hito judicial al condenar a Thomas Allen McCartney, residente de Leesville, a 40 años de prisión bajo la custodia del Departamento Correccional del estado, además de la castración física y química, tras declararse culpable de intento de violación en primer grado de una niña de siete años. La declaración de culpabilidad se produjo el lunes 18 de agosto en la parroquia de Vernon, y la sentencia fue dictada al día siguiente en el marco de un acuerdo que incluyó expresamente la doble castración como parte de la pena.
La castración química utiliza medicación para reducir la libido y la producción de hormonas sexuales, mientras que la física implica la extirpación de los testículos para detener completamente dicha producción. McCartney fue arrestado en 2023 luego de que la madre de la menor lo sorprendiera intentando agredir sexualmente a la niña, momento en el que el acusado mantenía contacto sexual con la víctima y la amenazaba con un arma. Al momento de su detención, McCartney ya figuraba como agresor sexual de nivel tres en el registro de Luisiana, es decir, reincidente.
Su historial delictivo agravado incluye:
- Intento de violación agravada en 2011.
- Dos cargos de violación agravada contra una niña de 12 años en 2010.
- Conocimiento carnal con una menor en 2006.
“Se trata de un crimen horrible que nunca debió ocurrir. Thomas McCartney es un depredador que debe ser apartado del resto de la comunidad”, afirmó el fiscal de Vernon, Terry Lambright, durante la audiencia.
Castración física y química y debate internacional
La sentencia se basa en una ley vigente desde el 1 de agosto de 2024, que convierte a Luisiana en el primer estado estadounidense en permitir la castración quirúrgica para condenados por delitos sexuales contra menores si el reo consiente. La normativa, impulsada por el republicano Jeff Landry, ha generado intenso debate público y jurídico: sus detractores la consideran un castigo “cruel e inusual”, mientras que sus defensores sostienen que protege a los menores y previene la reincidencia.
El caso de McCartney reavivó la controversia sobre la castración en el ámbito penal. Junto a Luisiana, países como Madagascar, Nigeria, Suiza, Canadá y República Checa contemplan la castración física, siempre con consentimiento del condenado. En Francia, únicamente se permite la castración química y solo a petición del interesado, sin formar parte de penas obligatorias.