La inundación registrada el fin de semana en el municipio paceño de Guanay dejó al menos 600 familias damnificadas, quienes perdieron prácticamente todas sus pertenencias. La emergencia fue provocada por una riada que sorprendió a la población y afectó de manera directa a nueve comunidades del norte del departamento de La Paz.

De acuerdo con la información brindada por la autoridad municipal, la crecida repentina de los ríos anegó viviendas, comercios y calles, provocando la pérdida de mercadería, muebles y otros bienes. La magnitud del desastre superó la capacidad de respuesta del municipio, cuyo presupuesto destinado a emergencias alcanza los 400.000 bolivianos.

Ante este panorama, el Concejo Municipal alista una declaratoria de emergencia para gestionar apoyo adicional. Vecinos de la zona señalaron que, si bien están acostumbrados a las inundaciones durante la época de lluvias, el evento de este año fue inusual por su rapidez, lo que impidió rescatar sus pertenencias.

Los afectados expresaron su preocupación debido a que el periodo de lluvias recién comienza y temen que las inundaciones continúen o se intensifiquen en los próximos meses, por lo que solicitaron ayuda inmediata a las autoridades municipales y departamentales.