El sector productivo del este del país advierte una situación crítica debido a la falta de diésel, que pone en riesgo el manejo, control y cosecha de cultivos ya establecidos. Actualmente existen 800.000 hectáreas sembradas con sorgo, maíz, trigo y girasol, las cuales requieren combustible con urgencia para continuar el proceso agrícola sin pérdidas.

El gerente general de la Asociación de Productores (Amapo), Quito Nieblo, señaló que ya se ha hecho una importante inversión y que la etapa de siembra está completa. “Los productores necesitan manejar y controlar sus cultivos, e incluso algunos comenzarán a cosechar en las próximas semanas. Es urgente que se priorice desde hoy el abastecimiento de diésel para el sector productivo”, manifestó.

Nieblo informó que se está coordinando con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y que se espera una mejora progresiva en el suministro a partir de esta jornada. “Esperamos que así sea para evitarle pérdidas a los productores”, agregó.

Consultado sobre los bloqueos en las rutas, el gerente reconoció que representan una amenaza para el abastecimiento. “Por supuesto que los bloqueos son una preocupación porque pueden perjudicar el ingreso de mayores cantidades de diésel, pero para eso están las autoridades, precisamente para evitar que estos bloqueos continúen”, afirmó.

En cuanto al volumen de combustible necesario, Nieblo explicó que el sector productivo requiere entre 30 a 40 millones de litros de diésel entregados de forma directa, tanto a estaciones de servicio ubicadas en zonas agrícolas como a productores que acceden al diésel ULS de forma directa desde YPFB. Además, indicó que para atender la demanda total del departamento de Santa Cruz se necesitan al menos 3 millones de litros diarios, a fin de comenzar a solucionar gradualmente el desabastecimiento.

Sobre las nuevas plantas operadas por Emapa, el representante de Amapo sostuvo que se trata de una inversión realizada por el Estado. Señaló que estas plantas ya estarían procesando volúmenes de grano de soya adquiridos previamente y que a partir de ello podrían ofrecer aceite comestible, además de producir harina que posiblemente será destinada según la política establecida por el Gobierno.