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Sabías que navegar en Internet gasta millones de litros de agua al día

Sabías que navegar en Internet gasta millones de litros de agua al día

24 de Julio de 2025 05:49 pm

¿Alguna vez te has detenido a pensar cuánta agua se necesita para que puedas ver tu serie favorita en streaming, guardar fotos en la nube o enviar un simple correo electrónico? Detrás de cada acción en el entorno digital existe una infraestructura gigantesca: los centros de datos.

Estas instalaciones, donde se almacenan y procesan millones de datos por segundo, consumen cantidades impresionantes de agua para mantenerse en funcionamiento.

“El principal problema de los centros de datos es que generan mucho calor debido a que tienen miles de servidores funcionando todo el día. Cada servidor tiene millones de componentes electrónicos que convierten parte de la energía en calor, por la resistencia eléctrica de los materiales. Para evitar que se sobrecalienten, necesitan sistemas de enfriamiento, y muchos de estos sistemas usan agua fría para absorber el calor y mantener los equipos a una temperatura adecuada”, señala.

Centros de datos y su sed insaciable

Grandes empresas tecnológicas como Google, Microsoft o Amazon operan centros de datos que pueden consumir entre 1 y 5 millones de litros de agua al día, según informes recientes. “Toda esa agua circula por torres de enfriamiento, absorbe el calor generado por los servidores y luego se evapora, llevándose ese calor. Es lo que permite que los equipos funcionen sin fallas”, explica Draugialis.

Un ejemplo concreto es el centro de datos de Google en The Dalles, Oregón, una zona donde las altas temperaturas durante el verano exigen un uso intensivo de sistemas de enfriamiento por evaporación. Este consumo ha despertado preocupación en comunidades locales y ambientalistas, especialmente en regiones que ya sufren estrés hídrico.

Los datos son preocupantes. Generar un texto de apenas 100 palabras con ChatGPT puede implicar el consumo de medio litro de agua, según un estudio de la Universidad de California en Riverside. Aunque parece una cifra pequeña, el impacto se vuelve enorme cuando se multiplica por millones de usuarios y consultas diarias.

No solo la IA contribuye a esta huella hídrica digital. Actividades cotidianas como ver videos en YouTube, navegar por redes sociales, enviar correos con archivos adjuntos, jugar en línea o ver streaming en alta definición generan un flujo constante de datos que deben ser procesados en centros de datos. Estos, para funcionar de forma segura, requieren sistemas de refrigeración que incrementan el uso de agua.

Impacto ambiental y huella hídrica digital

El impacto no se limita al agua. La operación de estos centros de datos requiere enormes cantidades de energía eléctrica, lo que contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero si no se utilizan fuentes renovables.

“Aunque el agua que se evapora vuelve al ciclo natural, la presión sobre fuentes locales como ríos o acuíferos puede ser significativa, sobre todo en lugares donde la sequía es un problema”, comenta el docente de Unifranz.

A esto se suma el impacto indirecto de nuestras acciones digitales. El envío masivo de correos electrónicos, el almacenamiento de archivos pesados en la nube, el streaming ininterrumpido de videos y el uso constante de aplicaciones de inteligencia artificial generan una demanda creciente sobre estas instalaciones.

“Pequeñas comodidades digitales pueden dejarnos sin dónde acomodarnos”, reflexiona Draugialis, citando una frase surgida en un debate con estudiantes de Unifranz sobre la sostenibilidad digital.

¿Qué están haciendo las empresas?

Para contrarrestar este impacto, las grandes tecnológicas están experimentando con soluciones innovadoras. Algunas apuestan por sistemas cerrados que reutilizan el agua varias veces antes de desecharla. Otras, como Google, emplean agua de lluvia o reciclada para sus procesos de enfriamiento. Microsoft, por su parte, llevó a cabo el Proyecto Natick, una iniciativa pionera que evaluó la viabilidad de instalar centros de datos submarinos.

“El objetivo era aprovechar la estabilidad térmica de los océanos para reducir la necesidad de sistemas de enfriamiento intensivos y, al mismo tiempo, disminuir la latencia de la red”, explica el experto.

Otra estrategia es ubicar estos centros en regiones de clima frío para reducir el uso de agua y energía. “Hay proyectos donde se busca instalar las granjas de servidores en lugares donde las temperaturas son bajas, porque eso permite disminuir el consumo de recursos para enfriar los equipos”, añade Draugialis.

¿Qué podemos hacer como usuarios?

Aunque parezca un problema distante, cada usuario puede contribuir a reducir la presión sobre los centros de datos.

“Nosotros también podemos ayudar a disminuir el trabajo de estas instalaciones con gestos simples, como borrar correos innecesarios, reducir el streaming constante, descargar música en lugar de escucharla en línea todo el tiempo o utilizar aplicaciones más ligeras”, recomienda el docente universitario.

Este cambio de hábitos no solo reduce el consumo energético, sino también el uso indirecto de agua asociado a los servicios digitales.

“La tecnología es una gran aliada, pero depende de cómo la utilicemos. Está en nuestras manos decidir si será parte del problema o de la solución”, enfatiza Draugialis.

Un mundo digital más sostenible

El crecimiento de la vida digital es imparable. Cada día se generan 328 millones de terabytes de datos en el mundo, y esta tendencia seguirá aumentando con el auge de la inteligencia artificial, el 5G y la conectividad de dispositivos IoT. Sin embargo, este progreso tiene un costo que no podemos ignorar.

“Soñar es gratis, pero soñar con propósito es el primer paso para crear. Quienes se atreven a transformar un sueño en una idea y una idea en una solución, son los verdaderos constructores del futuro. Para ello hace falta valentía, perseverancia y también creer en lo que no se ve, confiar en que no caminamos solos”, reflexiona Draugialis.

¿Estamos dispuestos a hacer que nuestra vida digital sea más sostenible? Cada correo borrado, cada archivo optimizado y cada uso consciente de la tecnología suma en el camino hacia un mundo donde la innovación no signifique sacrificar recursos tan esenciales como el agua.

24 de Julio de 2025 05:49 pm


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