Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, la compañía creadora de ChatGPT, afirmó que sería decepcionante si la empresa no se convirtiera en la primera gran organización liderada por una inteligencia artificial. Durante su participación en el podcast Conversation with Tyler, Altman expresó que espera que en los próximos años una IA pueda asumir su cargo: “Me pregunto qué debe suceder para que un director ejecutivo impulsado por IA pueda gestionar OpenAI mejor que yo, algo que seguramente sucederá algún día”.

Altman consideró que esto representa un experimento mental interesante y señaló que, si él puede desempeñar el papel de CEO, aunque no sea su especialidad, una IA también podrá hacerlo. “No falta mucho tiempo. ¿Cuándo podré decirle: ‘De acuerdo, señor director ejecutivo de IA, tome el mando’?”, agregó. Según el ejecutivo, esta transición sería positiva para la sociedad y el futuro, aunque reconoció que la confianza de las personas sigue inclinada hacia otros humanos: “El médico con IA puede ser mejor, pero la mayoría prefiere acudir a un profesional humano. Las organizaciones y la sociedad tardarán más en adaptarse a este cambio”.

Sobre la regulación de agentes de inteligencia artificial, Altman indicó que debería depender de sus capacidades y riesgos. En el podcast, fue consultado sobre si debería permitirse el despliegue de agentes de IA sin dueño ni posibilidad de rastreo. Su respuesta destacó la necesidad de límites claros: “No creo que la mayoría de los sistemas requiera supervisión o regulación legal, pero si hablamos de un agente capaz de autorreplicarse masivamente en internet y de vaciar cuentas bancarias, entonces sí debería estar supervisado”.

El CEO subrayó que la clave está en decidir hasta dónde debe llegar la regulación y en qué casos resulta innecesaria. Señaló que escenarios complejos, como el despliegue de agentes de IA desde servicios de computación en la nube controlados por países hostiles, requieren soluciones urgentes, ya que la IA complicará aún más la gestión de recursos de internet no autorizados. Además, advirtió que estos agentes contarán con defensas avanzadas, dificultando su rastreo y control, lo que convierte la regulación en una extensión agravada de los riesgos actuales de seguridad en la red.

El rol de Sam Altman en OpenAI consiste en liderar la estrategia, coordinar el desarrollo de tecnologías de IA y representar a la compañía frente a gobiernos y la comunidad internacional. Su liderazgo ha sido clave para posicionar a OpenAI como referente en inteligencia artificial, con avances reconocidos como ChatGPT.