Ecuador cierra el año con la tasa de homicidios más alta de la región y un llamado urgente a la militarización

En un trágico suceso que ha estremecido a la comunidad de Manta, Manabí, en la costa ecuatoriana, el país cierra el año con la tasa de homicidios más elevada de la región. La noche del jueves 28 de diciembre, durante una misa en una iglesia local, un hombre de 31 años y un niño de 11 fueron víctimas de un sicario que ingresó al templo, desatando un torrente de al menos 20 disparos.

El niño fue trasladado al hospital Rafael Rodríguez Zambrano de Manta, donde se confirmó su trágico fallecimiento. La Policía ha identificado a las víctimas como un hombre de 31 años y un menor de 11 años, este último convertido en una víctima colateral del acto de sicariato. Émerson Luna, jefe de la Policía en Manta, informó que el hombre asesinado estaba presente en la misa conmemorativa por su hija, quien había sido encontrada sin vida la semana anterior. El oficial expresó su compromiso de dar con los responsables y destacó que el niño era una víctima inocente.

Luna confirmó que se encontraron trece indicios balísticos en la iglesia y mencionó que ya se está llevando a cabo una exhaustiva investigación, incluida la revisión del material de las cámaras de seguridad en el área, según recogió El Universo.

La alcaldesa de Manta, Marciana Valdivieso, expresó su profunda tristeza por el asesinato del hombre y el niño, cuestionando la escalada de violencia en la región. Valdivieso insistió en la urgente necesidad de seguridad y solicitó al gobierno la militarización del país para proteger la vida de los ciudadanos.

La comunidad de Manta aún se encuentra conmocionada por la tragedia, que se suma a otros tres asesinatos ocurridos en menos de 24 horas en la ciudad, incluyendo los sucedidos en la iglesia.

Ecuador enfrenta una crisis de violencia que ha llevado a que, hasta inicios de diciembre, se contabilizaran 7.500 muertes violentas en el país. Con esta cifra récord, la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes ha alcanzado la alarmante cifra de 45, convirtiendo a Ecuador en el país más violento de la región en el 2023.

La situación se agrava en algunas jurisdicciones, como Esmeraldas, la provincia fronteriza al norte del país. Allí, las bandas delictivas no solo disputan el territorio entre ellas, sino que extorsionan a la población, asesinan a quienes no cumplen con sus disposiciones e incluso amenazan a los policías que residen en la zona.

Un reportaje de El Universo evidencia la grave situación de la provincia, donde algunos servidores policiales que residen en estos barrios han recibido amenazas por parte de los grupos delictivos. Ecuador se encuentra entre los diez países más afectados por el crimen organizado, según el Índice Global del Crimen Organizado.

Recientemente, la Constitución del Ecuador fue parcialmente reformada para permitir que las Fuerzas Armadas presten apoyo complementario a la Policía Nacional en la lucha contra delitos como narcotráfico, lavado de activos, tráfico de armas, tráfico de personas, terrorismo, minería ilegal, extorsión e intimidación, delincuencia organizada. Esta medida busca recuperar la seguridad en el país.

El gobierno, por su parte, ha anunciado la revisión de varias propuestas de seguridad para complementar el plan Fenix, la estrategia del presidente Daniel Noboa para combatir la violencia que afecta a la nación. En medio de este escenario complejo y violento, Ecuador cierra el año con un llamado urgente a tomar medidas drásticas para frenar la creciente ola de homicidios.