El consumo moderado de café en la mediana edad se asocia con una vejez más saludable
Un estudio con más de 47.000 mujeres reveló que quienes tomaban entre una y tres tazas diarias tenían más chances de llegar a los 70 años con buena salud física, mental y sin enfermedades crónicas
El café, una bebida presente en millones de rutinas diarias, podría ser más beneficioso de lo que se pensaba, especialmente en la mediana edad. Así lo sugiere un nuevo estudio presentado en Nutrition 2025, la reunión anual de la Sociedad Americana de Nutrición. Según la investigación, las mujeres que consumían entre una y tres tazas de café con cafeína al día entre los 50 y 60 años mostraron una mayor probabilidad de llegar a la vejez en buen estado físico, cognitivo y mental, sin enfermedades crónicas graves.
El estudio, liderado por la doctora Sara Mahdavi de la Universidad de Toronto, analizó los datos del Estudio de Salud de Enfermeras, que siguió durante más de 30 años a 47.513 mujeres. De ellas, solo 3.706 cumplieron los criterios de “envejecimiento saludable”, definidos como llegar a los 70 años o más sin padecer enfermedades graves como cáncer, diabetes tipo 2 o problemas cardiovasculares, y conservar la capacidad física y mental.
“Descubrimos que el consumo moderado de café con cafeína durante la mediana edad se asociaba con una mayor probabilidad de envejecimiento saludable 30 años después”, explicó Mahdavi. En promedio, las mujeres saludables consumían 315 mg de cafeína al día, el equivalente a tres tazas pequeñas de café. La mayoría de esa cafeína provenía del café y no de otras bebidas.
El análisis mostró que cada taza adicional diaria se asociaba con una probabilidad de entre un 2 y un 5% mayor de envejecer con buena salud, hasta un máximo de cinco tazas pequeñas por día. No se observaron efectos positivos similares con el té, el café descafeinado o las bebidas cola, y en el caso de estas últimas incluso se registraron efectos negativos.
Además, otra investigación liderada por las universidades de Tulane y Harvard encontró que el horario del consumo también influye. Los adultos que tomaban café solo por la mañana mostraban un riesgo 31% menor de muerte por enfermedad cardíaca, en comparación con quienes lo hacían durante todo el día. Los expertos vinculan esto con el ritmo circadiano del cuerpo y el efecto antiinflamatorio del café cuando se consume temprano.
Mahdavi también advirtió que no todos metabolizan la cafeína de la misma manera, y que factores hormonales como el uso de anticonceptivos o la menopausia pueden alterar su duración en el organismo.
Pese a los resultados positivos, los especialistas aclaran que no se trata de una recomendación general para comenzar a tomar café, especialmente para personas con hipertensión, ansiedad o trastornos del sueño. El estudio es observacional y no establece una relación directa de causa y efecto.
El café contiene compuestos bioactivos, como antioxidantes y polifenoles, que podrían tener un papel en la salud a largo plazo más allá de la cafeína. “Planeamos investigar cómo estos compuestos interactúan con los marcadores genéticos y metabólicos del envejecimiento”, concluyó Mahdavi.
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