El secretario general de la ONU, António Guterres, manifestó su plena confianza en Volker Türk, alto comisionado para los derechos humanos, luego de que la Asamblea Nacional de Venezuela, controlada por el chavismo, lo declarara ‘persona non grata’.

La medida fue tomada tras acusaciones del Parlamento venezolano que señalan a Türk y su oficina de ignorar casos de migrantes secuestrados y menores retenidos en Estados Unidos.

La ONU exhorta a los países a cooperar con la oficina de derechos humanos, mientras el Parlamento chavista impulsa incluso acciones penales contra Türk.

El rechazo a Türk ocurre en un contexto de denuncias sobre un grave deterioro de las libertades en Venezuela en 2024 y 2025, con detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas y torturas reportadas en el marco de procesos electorales recientes.

Desde 2017, informes internacionales han documentado violaciones sistemáticas de derechos humanos, atribuidas a las fuerzas de seguridad y grupos armados aliados del régimen, incluyendo asesinatos y represión contra opositores y manifestantes.

Organismos como Human Rights Watch y Amnistía Internacional han denunciado un aumento de ataques contra periodistas y activistas.

Frente a esta situación, la ONU ha prorrogado la misión de investigación para monitorear y documentar los abusos en Venezuela. Volker Türk ha solicitado al régimen de Nicolás Maduro la transparencia en las elecciones y el cese del uso de leyes represivas para silenciar la disidencia, enfatizando la necesidad de proteger los derechos humanos y garantizar procesos democráticos.

La tensión entre la ONU y el gobierno venezolano refleja el persistente conflicto por la defensa de los derechos fundamentales en el país sudamericano.