El temor a operativos migratorios en Estados Unidos ha provocado que numerosos aficionados mexicanos eviten asistir a los partidos de la selección nacional durante la Copa Oro.

Organizaciones de seguidores cancelaron viajes, suspendieron celebraciones previas y decidieron no ingresar a los recintos deportivos, ante la percepción de riesgo en zonas urbanas con alta vigilancia migratoria.

El partido entre México y República Dominicana, disputado el 14 de junio en el SoFi Stadium de Inglewood, California, registró una asistencia de 54.309 personas, una cifra significativamente menor respecto al promedio de otros encuentros del “Tri” en ese mismo estadio.

La reducción fue atribuida por grupos de seguidores a la inquietud generada por posibles controles migratorios en las cercanías del evento.

Organizaciones como Cielito Lindo, Pancho Villa’s Army y Patrones de México decidieron no asistir al partido. Algunos de sus representantes señalaron que las familias se sintieron inseguras luego de que circularan imágenes de operativos realizados días antes en comunidades de inmigrantes. También se suspendieron las actividades culturales conocidas como “tailgates”, en solidaridad con quienes optaron por no exponerse.

Aunque no se reportaron incidentes el día del encuentro, las advertencias previas en redes sociales de agencias estadounidenses generaron un ambiente de preocupación.

Como consecuencia, la demanda de entradas también cayó: boletos con precio promedio de 75 dólares se ofrecían en reventa por menos de 30 el mismo día.

La ausencia de grupos tradicionales de apoyo, las gradas vacías en algunas zonas del estadio y la baja presencia de familias reflejaron el impacto de esta situación.

De persistir el temor, la asistencia a los próximos partidos del combinado mexicano podría verse aún más afectada, en un contexto marcado por la cercanía del Mundial 2026, que se celebrará en Estados Unidos, México y Canadá.