En la era digital, la venta de leche materna ha encontrado un espacio en línea, generando un debate entre la legalidad e ilegalidad. Plataformas como Only The Breast permiten a las madres vender su exceso de leche, pero esta práctica ha abierto la puerta a un fenómeno preocupante: hombres adultos que contactan a las madres con solicitudes inapropiadas.

Aunque algunas mujeres buscan vender su leche de manera legítima, los hombres han aprovechado estas plataformas para buscar contenido privado, convirtiendo la venta de leche materna en un fetiche viral. En un contexto donde los fetiches están en juego, los hombres contactan a las madres no solo por la leche, sino también por las fotos compartidas en estos espacios.

En una investigación realizada por Vice, se revela que las madres que ofrecen su leche reciben solicitudes sexuales, desde videos íntimos hasta propuestas de encuentros privados. Plataformas como Amamanta.me actúan como intermediarios, conectando a las madres dispuestas a vender su leche con aquellos que buscan este peculiar servicio.

Karen Pollock, psicoterapeuta, destaca tres motivos detrás de este fenómeno: hombres interesados en mujeres lactantes o embarazadas, "bebés adultos" que buscan revivir su infancia y aquellos atraídos por el fenómeno de "vacas humanas", contenido pornográfico animado.

A pesar de este nuevo mercado, la falta de regulación en la mayoría de países plantea riesgos tanto para las madres como para quienes compran la leche. Además de los problemas de salud pública asociados con la presencia de sustancias químicas peligrosas en la leche materna, la práctica en sí plantea dudas sobre la seguridad y la garantía de la calidad del producto. En un mercado que aún está definiendo sus límites legales, la venta de leche materna en internet continúa generando controversia.