Bolivia se destaca como uno de los países con la gasolina más económica de la región
Bolivia se consolida como el segundo país con los precios de gasolina más bajos en América Latina y el Caribe, siguiendo de cerca a Venezuela, según un informe de la plataforma Bloomberg Línea basado en datos de Global Petrol Prices. El estudio revela que en Bolivia, los consumidores pagan 3,74 bolivianos por cada litro de gasolina, manteniendo el país en una posición destacada en la lista de naciones con combustibles más accesibles.
Esta situación se atribuye a una política de subvenciones que ha estado en vigor durante casi dos décadas, iniciada con la promulgación del Decreto Supremo 27691 en 2004. Este decreto congeló el precio del barril de petróleo en la refinería a $us 27,11, estableciendo un marco que ha mantenido la estabilidad de los precios en el país desde entonces.
Desde el año 2004, el costo por litro de gasolina en Bolivia se ha mantenido en Bs 3,74 (equivalente a $us 0,540), mientras que el diésel se vende a Bs 3,72 ($us 54 centavos) por litro. Estos precios contrastan fuertemente con otras naciones de la región, donde los consumidores pagan significativamente más por su combustible. En Uruguay, por ejemplo, el litro de gasolina se vende a $us 1,934, en Chile a $us 1,441, en Costa Rica a $us 1,425, en México a $us 1,423, en Perú a $us 1,360 y en Brasil a $us 1,150.
El economista Fernando Romero destacó que, a pesar de la escasa producción de petróleo en el país, Bolivia puede ofrecer combustibles a precios competitivos gracias a la significativa subvención estatal. En 2023, esta subvención representó $us 1,818 millones, superando en un 66% la cantidad presupuestada.
Sin embargo, algunos expertos, como el diputado de Comunidad Ciudadana (CC) y economista, José Luis Porcel, advierten sobre los posibles riesgos de una política de subvenciones excesivas. Porcel sugiere que la estabilidad macroeconómica y microeconómica del país podría estar en peligro si no se establecen límites basados en la capacidad de generación de ingresos.
Además, se señala que el actual gobierno parece no estar abordando los desafíos asociados con esta política, como el contrabando de combustibles a través de las fronteras y el uso en vehículos indocumentados. A medida que se proyecta un gasto estimado de Bs 9.803 millones ($us 1.521 millones) para el presente año, se espera que estos temas generen una mayor presión fiscal y en el mercado de divisas.
En cuanto a la demanda de combustibles, un informe de YPFB indica que esta tiende a aumentar en el último trimestre de cada año debido a la estacionalidad y los feriados de fin de año. La estatal petrolera boliviana asegura haber tomado todas las previsiones operativas necesarias para garantizar el suministro de productos a las estaciones de servicio durante este periodo.
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