EE.UU. presiona a aliados con nuevas medidas para frenar el tráfico de drogas
El Departamento de Estado de Estados Unidos lanzó este sábado una campaña para intensificar la cooperación internacional contra las organizaciones que denomina “narcoterroristas”, proponiendo sanciones financieras, mayor asistencia en seguridad y el uso de tecnologías de vigilancia avanzadas para combatir el tráfico de drogas y el lavado de activos.
La iniciativa, difundida en redes sociales bajo el lema “Únanse a la lucha contra el narcoterrorismo”, insta a los socios internacionales a imponer sanciones contra organizaciones terroristas extranjeras (FTOs), a aumentar la ayuda en seguridad a países identificados como fuentes principales de cocaína dirigida a Europa y Asia, y a estrechar la colaboración con el sector privado para frenar el lavado de dinero. Además, promueve el uso de tecnologías biométricas para reforzar el control fronterizo.
“El país se ha comprometido a desmantelar las organizaciones terroristas extranjeras y a poner fin al narcotráfico en el hemisferio occidental y más allá”, señaló el Departamento de Estado en su cuenta oficial en X, y pidió a aliados que se sumen a “esta lucha”.
Presiones y operaciones en el caribe
En la Asamblea General de la ONU, el presidente estadounidense Donald Trump vinculó la campaña con recientes operaciones navales en el sur del Caribe y defendió las intercepciones de embarcaciones sospechosas de transportar droga desde Venezuela. “A todos los terroristas matones que llevan drogas venenosas a Estados Unidos… les advertimos que los haremos desaparecer”, dijo Trump, según la transcripción de su intervención, y aseguró que cada barco interceptado transportaba una cantidad de droga “como para matar a más de 25.000 estadounidenses”.
La Casa Blanca ha incrementado además las recompensas: según funcionarios, la administración elevó a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura de líderes vinculados al tráfico, entre ellos el señalamiento público contra el presidente venezolano Nicolás Maduro por supuestos lazos con redes de narcotráfico, acusación que Caracas ha rechazado y calificado como parte de una estrategia para provocar un cambio de régimen.
Reacción y alcance regional
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo que la administración está dispuesta a “utilizar todos los medios necesarios” para contener el tráfico ilícito procedente de Venezuela y que el gobierno estadounidense no dará marcha atrás en su postura. Por su parte, el gobierno de Caracas negó las imputaciones y las calificó de “amenaza” destinada a desestabilizar al país; Nicolás Maduro aseguró que Venezuela “está libre de producción de drogas” y prometió mantener canales de diálogo con la Casa Blanca para defender su posición.
En la región, la medida ha recibido apoyos públicos de algunos actores opositores venezolanos; la líder María Corina Machado, actualmente en la clandestinidad, manifestó su respaldo a las acciones anunciadas por Washington.
Herramientas y desafíos
La campaña estadounidense combina herramientas diplomáticas, sancionatorias, de inteligencia y tecnológicas. Expertos en seguridad advierten, sin embargo, que su eficacia dependerá de la cooperación real sobre el terreno —incluida la capacidad de los países receptores para aplicar sanciones, compartir inteligencia y proteger las fronteras— y de medidas paralelas para atacar las causas profundas del tráfico, como la corrupción, la pobreza y la demanda internacional de drogas.
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